"Me he dado cuenta que era tan sencillo el motivo para darle un gusto a mi felicidad, me estaba intoxicando solamente, había olvidado mi verdadero sentido, extrañaba mis antiguos pensamientos, mi postura simple y sana... creo que ese era el motivo de mi nostalgia, pero hoy surgió la idea de volver a leer mi
librito pequeño que contenía una flor de quién sabe cuando,
iba en la micro observando a un señor bastante
bajito, de un terno color olivo y un sombrero bastante peculiar, con forma de caracol de una tonalidad acorde a su terno, llevaba un bigote muy preparado y una sonrisa marcada desde que se subió hasta que se bajó, pero su mirada no era tan sincera, como su presencia tan predecible, algo faltaba, amor quizás, por eso era tan bondadoso, comencé a dibujarlo, para nunca olvidar lo placentero que fue haber compartido mi viaje a casa junto a él. Al llegar a mi paradero final, lo único que quise fue descargar una risa y escuchar una dulce melodía de
Yann Tiersen, vaya que hombre más maravilloso y como regalo descubrí recién a su discípulo quizás,
Dave Thomas que magia tiene, como me embruja. Cada día voy descubriendo a gente que se parece más a mí, espero que lo que tengo en mente ahora me resulte, si nadie me lo desea, pues lo haré yo
jajaja..., una buena meditación y un caramelo terminaría complaciéndome el día de hoy, que bello..."
Hablando de embrujos, quiero guardar en este espacio un
trozito de una de las películas más sanas que he visto, el momento ideal, que cualquiera desearía...
Bruno y Amelie- Escena Final (Beso)